jueves, 21 de enero de 2010

De la poesía de Haití

La historia de la poesía de Haití del siglo XX, en toda su extensión y hondura, tiene a primera vista una relación más íntima, o acaso más afín, con los sueños libertarios de Toussaint Louverture o de Petion que con esta realidad precaria y lastimada de país con más de 90 por ciento de analfabetos, que a la vez soportó una de las dictaduras más arrasadoras y demenciales del continente, como fue la de la familia Duvalier. No obstante, el curso de la poesía de esta nación, siempre ahondada en la circunstancia, revoloteando en el destino de los días, es un puente cierto, construido con duras maderas de la zona, que va desde aquellos fervores históricos o míticos a esta realidad tajante, cruda, o, cuando no, sorprendente o inconcebible. La intensidad de esta poesía, inclusive las ásperas polémicas, en torno de la lengua francesa y el créole, o ya del indigenismo, ilustran por sí un enraizamiento situado en el corazón mismo de la desgarradura. Ciertamente  desde el desembarco de los marines en 1915 y de las dos siguientes décadas de diezmante ocupación, el historial de los poetas y escritores de Haití se vertebra alrededor de la persecución, la cárcel, la muerte y el exilio. No existe en América latina un conjunto de poéticas del estremecedor dramatismo de la poesía haitiana, vivenciada y exudada en los bordes, y por momentos, pareciera, más allá del dolor de las palabras. Obras como las de Jacques Roumain (1907-1944), Jacques Stéphen Alexis (1922-1961), Jacques Viau (1942-1965), Felix Morisseau Leroy (1912-1998), Anthony Phelps (1928) y René Philoctete (1932-1998), entre otras, substancian un recorrido humano a herida abierta y, a la vez, uno de los extremos reveladores o prospectivos de la poesía y la cultura de Occidente.

(Texto de presentación de la Poesía de Haití; Cuaderno Carmín, Buenos Aires, mayo de 2001.)

Eduardo Dalter


Eduardo Dalter nació en Buenos Aires, Argentina, en 1947. Poeta e investigador cultural. En el lapso 1994-2002 dirigió en su ciudad la revista de poesía latinoamericana Cuaderno Carmín, de difusión continental. En la presente década  preparó y ofreció diversos seminarios acerca de la poesía de América en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, entre otras instituciones. Reside al sur de la ciudad de Buenos Aires.


4 poemas

Jacques Roumain

Africa he guardado tu recuerdo Africa

estás en mí

como la astilla en la herida

como un fetiche tutelar en medio de la aldea

Haz de mí la piedra de tu honda

de mi boca los labios de tu llaga

de mis rodillas las columnas rotas

de tu humillación

Sin embargo

no quiero ser más que de vuestra raza

obreros campesinos de todos los países...

obrero blanco de Detroit peón negro de Alabama

pueblo innumerable de las galeras capitalistas

el destino nos yergue hombro con hombro

y renegando del antiguo maleficio

de los tabúes de la sangre

pisamos los escombros de nuestras soledades

Si el torrente es frontera

arrancaremos al declive su cabellera irrestañable

Si la sierra es frontera

romperemos la mandíbula de los volcanes

que refuerzan las Cordilleras

y la llanura será la explanada de la aurora

donde reunir nuestras fuerzas descuartizadas

por la astucia de nuestros amos

Como la contradicción de los rasgos

se resuelve en la armonía del rostro

proclamamos la unidad del sufrimiento

y de la rebelión

de todos los pueblos en toda la superficie de la

tierra

y mezclamos el cemento de los tiempos

fraternales

en el polvo de los ídolos.


De Bois d'ébéne (1944; edición póstuma)

Versión en español: José M. Valverde


Jacques Roumain nació en Port-au-Prince en 1907. Fue asesinado en plena lucha política en 1944. Sus obras consideradas maestras, como Bois d'ébéne y Gouverneurs de la rosée, se editaron poco después de su muerte y revelan instancias sensibles de la historia y la cultura hatianas.



Felix Morisseau Leroy

ASÍ OCURRIÓ


Así ocurrió

Jesucristo tenía que morir

Pese a todo tenía que morir

Aun cuando Pilato dijera que no

Caifás insistía tanto

Que se llegó a condenar al Hombre

Tenía días sin comer

Y estaba tan débil

Que al subir al Monte de los Olivos

Con dos maderos al hombro

Iba de tumbo en tumbo

Pilato lo miraba con compasión

Y también los soldados romanos miraban

Fue entonces que por ahí pasó un hombre

Simón Cireneo

Un negro fuerte, como Paul Robeson, pasó por ahí

Miró aquello como sólo los negros saben mirar

Pilato sintió lo que el negro tenía en su corazón

Y a los soldados hizo una señal

Todos se echaron sobre Simón

Y con fuerza lo apalearon

Luego le dijeron: toma la cruz y cárgala

Simón tomó la cruz

La tomó de la mano del blanco

Se echó a correr con ella

Se echó a cantar

Se echó a bailar

Bailó cantó

Se fue corriendo hacia arriba

Dejando atrás a todos

Regresó cantó bailó

Hizo girar la cruz sobre su cabeza

La echó al aire

La atrapó

La cruz quedó bailando sola en el aire

La gente gritó milagro

Y cuando cayó la cruz

Simón la tomó

Bailó mucho con ella

Antes de devolverla a Jesús



Desde entonces

Cuando es muy pesada una cruz

Cuando algo pesa demasiado

para las fuerzas de un blanco

Llaman a un negro para que cargue

Después bailamos cantamos

tocamos el tambor

tocamos el bambú

Nuestra espalda es muy ancha

Cargamos la cruz, cargamos el fusil,

cargamos el cañón

ayudamos al blanco

cargamos los crímenes

cargamos los pecados

cargamos por todos.


Felix Morisseau Leroy nació en el pueblo de Jacmel en 1912. Algunos críticos lo señalan como una de las más reveladoras voces de la historia de la poesía de Haití. Su libro Dakout, al que pertenece este poema, data de 1952. Escribió en créole y fue un defensor de la literatura en esa lengua. Falleció en 1998.


Anthony Phelps


Pero dónde pero dónde

adónde se va a retumbar la tormenta

Pero dónde pero dónde

adónde se va a aullar el viento

viento revocador tumbador de estrellas



Había una vez una Ciudad

Había una vez un País



Cuando la boca como luna soñadora

esconde la cara bajo las palabras

Cuando la vida en ropas de Príncipe

voltea la espalda a la ventana

hasta el sol

hasta el sol está desnudo



Había una vez un País

Había una vez una Ciudad

Pero dónde pero dónde

Pero dónde



Mi memoria tiene tanto dolor

de garganta



De Méme le soleil est nu (1983)

Versión en español: Lazlo Moussong


Antonhy Phelps nació en Port-au-Prince en 1928. Vivió durante muchos años fuera de su país. Fue cofundador del grupo poético Haití Littéraire en 1962, que marcó un hito en las letras de su país. Su obra Méme le soleil est nu se reafirma entre sus páginas.


Jacques Viau


NADA PERMANECE TANTO COMO EL LLANTO


VII


Hemos ido acumulando corazones en nuestro corazón,

palabras en nuestra voz quebrantada por azadones.

Hemos dejado huellas por todos los caminos

y algunos de nosotros ya no estamos.

Hemos ido de manos con las sombras.

Nuestro andar es un grito estacionado.

Por cada paso, un día que transcurre.

Por cada palabras, mil palabras que vocifera la prole.

Qué será de nosotros después de esta larga travesía?

Poco importan si el mármol o la piedra eternizan

nuestro corazón de húmedo barro.

Nos basta con que nuestra voz perdure en la voz

del amigo, en la del compañero de rutas que nos tendió

la mano cuando se aproximaba la caída.



Hemos llenado muchos de los vacíos que nos legaran.

A otros toca llenar los que nosotros dejamos.

Apenas tuvimos tiempo para remendar la herencia.



A qué corazón irá nuestro corazón a depositarse?

A qué silbido irá nuestro silbo a renovarse?

Nada sabemos,

cumplimos una jornada que empezó antes que nosotros

y que no concluirá con nosotros.


Nada permanece tanto como el llanto (18 poemas) fue escrito en español; este poema VII es copia de esa versión original.


Jacques Viau nació en Port-au-Prince en 1942. Perteneció a una familia de perseguidos políticos, que se refugiaron en Santo Domingo. Fue abatido durante las insurrecciones de 1965 cuando aún no había cumplido sus 23 años. El poeta haitiano René Depestre destacó "la alta facultad de radiación de su palabra".


Tomado de Cuaderno Carmín, N° 16, Buenos Aires, 2001.

martes, 19 de enero de 2010

Tomado de Periódico Claridad




CAPÁ PRIETO



Perfil de Autor

Me enfrento a este libro particular, de la autora puertorriqueña Yvonne Denis Rosario, y me sorprendo de lo que ya parece ser una tendencia en la literatura de esta primera década del Siglo XXI. Los escritos en torno a las relaciones raciales, esclavitud y discrimen, finalmente empiezan a emerger.

Yvonne Denis, entonces, queriendo o no queriéndolo, se inserta con Capá Prieto (Isla Negra, San Juan, 2009) en una temática que de ordinario había permanecido en el tintero sin salir del mismo. La literatura sobre la raza realizada en Puerto Rico, es mucho más limitada que la misma contribución que realizan los puertorriqueños residentes en los EE.UU. En otras palabras, el tema es tabú en nuestra isla-geografía-isleña. Aunque la tendencia que en apariencia se define, nos puede llevar a nuevos horizontes. Black -en Puerto Rico- is finally beautiful, como nos recuerda el poeta Piedro PIetri.

Por esto, el valor de este libro. Es un libro que habla de frente y sin apuros de la construcción de la memoria histórica en el país a partir de las relaciones raciales. Aquí yace su interesante contribución. El libro es un acercamiento novel a la historia-ficción-recuerdo, de eventos que sí pasaron, pero los cuales en su mayoría son reinterpretados por vía de la literatura. Y para muestra un botón. La escritora hace uso de su licencia poética e imagina como en sí fueron los eventos que dejaron a personas víctimas y a otras como victimarías.

Yvonne Denis, egresada del programa de maestría en creación literaria de la Universidad del Sagrado Corazón, poeta antes y después de dicho título, y ahora profesora de español en la Universidad de Puerto Rico, es, además de una detallada cuentista, una gran historiadora. Digo esto, pues en su colección de cuentos Capá Prieto, le rinde homenaje a la fusión entre literatura e historia, de forma que nos invita a explorar la historia como hecho fáctico-verídico, ante una literatura ficción-imaginación. Es muy interesante ese cruce donde nos confunde, a propósito, la autora. Para saber cuánto es un dato histórico y cuánto es un dato imaginado, hay que leer la obra – y luego descifrar el misterio.

En esta invitación a la literatura histórica, los cuentos de Yvonne Denis, nos llevan por el sendero ya caminado de la literatura continental de Carlos Fuentes, José Luís Borges, Sergio Ramírez y sin lugar a dudas Gabriel García Márquez. Por otro lado, y en este terruño criollo, hay algo de Abelardo Díaz Alfaro en la literatura de esta autora contemporánea. En este diálogo lo que se encuentra es la posibilidad de fusionar dos géneros, y explorar desde esa sintonía un relato nuevo, a veces agradable y en otros casos, como bien lo describe la autora, un tanto desagradable.
Capá Prieto consiste de 12 cuentos, los cuales a veces dialogan entre ellos mismos, y a veces son cuentos independientes, en los cuales desea la autora narrar un incidente ocurrido de forma literaria, o por el contrario, imaginarse una posibilidad distinta. En esta medida, los cuentos requieren en muchas ocasiones de un lector informado(a) de la historia nacional; y de no estarlo, requiere de un lector-a que participe, que investigue las pistas históricas, literarias, hambas que la autora compone en su texto. Y para alcanzar esto qué mejor que googoliar los nombres y detalles fácticos del libro. De repente esto abre otra posibilidad hacia una lectura de mayor complejidad.

El cuento El silenciamiento, curiosamente comienza con un robo de un dato del archivo general (en Sevilla, España) y termina en el personaje haciendo justicia histórica y compartiendo la información en el barrio Piñones de Loíza. Lo curioso del dato histórico es que el último cuento del libro, Bufete de Abogados, culmina a su vez en un encuentro/desencuentro también en el mismo barrio. Y para saber el desenlace hay que leer el libro.

Los cuentos Barrotes Olvidados (sobre Pedro Albizu Campos en la cárcel de la princesa en San Juan), Periódicos de ayer (sobre el historiador y bibliotecario boricua de Nueva York, Arturo Schomburg), La cucaracha y el ratón en la biblioteca (sobre la primera bibliotecaria mujer en la biblioteca pública de Nueva York, Pura Belpré); In re: Federico Bruma (sobre el encuadernador de notaría más famoso de Puerto Rico: Juan Boria); Desahucio en el mar (sobre el trágico fin de Adolfina Villanueva). Todos estos cuentos re-crean la historia con la ficción, y son un digno homenaje a estos puertorriqueños cuya vinculación base es su raza: son afro-descendientes boricuas.

Finalmente los cuentos Ama de leche, El turbante del maestro, Calle Felipe Rosario Goyco y Roble son un interesante homenaje a las generaciones de esclavos y sus descendientes en Puerto Rico. Pocas veces se articula esta idea en el país. Mas aun, pocos son los que vinculan su negritud a la esclavitud. Estos cuatro cuentos nos permiten realizar dicha recreación.

En este momento crucial donde vivimos un afro-boricua renaissance, en el cual emergen varios autores y autoras intentando darles voz a los sin-voz de la esclavitud y su legado, Yvonne Denis Rosario surge con una voz singular y con mucha fuerza. El libro hay que conocerlo y leerlo y, sobre todo, disfrutarlo.

Agendalo

La real academia

African & Afro-Caribbean radio stations